"No hay nadie que haya jamás escrito o pintado, esculpido y modelado, construido, inventado, a no ser para salir del infierno"
A. Artaud
La historia
Una niña japonesa es obligada por su madre a seguir a su padre y
espiarlo en los fugaces encuentros sexuales que tiene con sus ocasionales
amantes. Luego, es conminada a relatar con lujo de detalles lo que observó. Más
tarde, es depositaria de la ira de su madre, bajo la forma del castigo físico y
verbal.
Alrededor de los 10 años, comienza a tener alucinaciones
visuales y auditivas: ve auras alrededor de los objetos y escucha hablar a los
animales y las plantas. Su madre, desconociendo la enfermedad mental que padece, la castiga físicamente y la suele encerrar sin comida durante más de la mitad del día.
Esa niña hoy tiene 84 años, se llama Yayoi Kusama,es considerada la más grande artista japonesa viva y ha firmado recientemente un contrato para diseñar para la marca Louis Vuitton.
Y sigue viva, según sus propias palabras, gracias a la posibilidad de
expresarse a través del arte.
Y es parte de su arte
el que se puede ir a ver al Malba, en Buenos Aires, hasta septiembre.
La muestra
La visité en los primeros días luego de la apertura. Mucha gente. Y bajo los efectos multiplicadores de los espejos, y entre los lunares, parecía muchísima más, como si nosotros, el multitudinario público, acompañáramos esa estética tan particular de desborde, exceso y repetición.
Si bien el “plato fuerte” de la expo es, sin duda la instalación
“Lleno del brillo de la vida”, una caja cerrada, a plena oscuridad, repleta de
lucecitas semejando ser estrellas, combinando el efecto del agua, luces led y
los espejos...
... a mí me gustó mucho la primera sala, que da cuenta
de sus obras producidas en Japón, las primeras.
Son trabajos semiabstractos, con una gran influencia del surrealismo –movimiento conocido en Japón gracias a las revistas especializadas locales que difundían el arte europeo de la época (décadas del 40 y del 50), las obras parecen vistas microscópicas de células, de criaturas pequeñas y extrañas, de espermatozoides; o tramas aumentadas. Usó las técnicas innovadoras del momento –el frottage y la calcomanía (de corte surrealista), gouaches, óleos, acuarelas, acrílicos, pasteles y tintas sobre seda, tela y papel. Me encantaron.
Son sutiles, exquisitas.
A partir de la
segunda sala comienza el intento de liberación. Primero, las pinturas son
blancas, monocromáticas; segundo, los objetos domésticos se cubren de formas fálicas de
tela, blandas.
Y más adelante, por todos lados
aparecen lunares.
“Es parte de su práctica de “autoborramiento”, explica su curador, Larratt-Smith. “Cada lunar es un
rostro en el Cosmos y expresa, para Kusama, un deseo de paz”.
Los lunares, el exceso, la constante referencia sexual, la repetición, la fragmentación de
los espejos.
La forma de poner a “hacer” su esquizofrenia.
Desde que la muestra desembarcó en nuestro país -y aun antes-, se puso sobre el tapete el tema de las relaciones entre la locura y la creación artística.
Kusama está recluída por propia voluntad en un psiquiátrico desde hace años.
Convengamos que Yayoi es (como suelen decir en la prensa gráfica) una gran" tituladora": en los reportajes suele referirse a su padecimiento mental de manera implacable y sin eufemismos:
"Hago mis obras para sobrevivir al deseo de muerte", "Si no pudiera hacer arte me suicidaría"
y otros ejemplos similares.
Hay un libro muy interesante que aborda el tema de una manera entretenida y dinámica: “Conversaciones con Enrique Pichón Riviere sobre el arte y la locura”, de Vicente Zito Lema.
Todo el libro es la reproducción de un diálogo entre ambos, sobre el hospicio, la enfermedad mental, la creación y el arte, y para mí son tan interesantes las respuestas que da Pichón, como las atinadas y -a veces- acaloradas preguntas y repreguntas de Zito Lema. Una joyita que recomiendo para quienes estén interesados en profundizar un poco más sobre el tema.
Les dejo algunos fragmentos que ilustran quizás un poco la relación entre Kusama, su enfermedad mental y su prolífico arte.
El miedo a la locura es muy frecuente, y está extendido en la sociedad. ¿Hay manera de enfrentarlo?
—Sí, a través de la creación, tratando de crear en cualquier nivel. Este es el mejor antídoto contra la enfermedad mental. Diríamos, simplificando al máximo el concepto, que la creación es la aspirina contra la posible locura, es una acción profiláctica.
¿Cómo definiría una obra de arte, y cómo caracterizaría, básicamente, el mecanismo de su producción?
—Parto de entender que un objeto de arte es aquel que nos crea la vivencia de lo estético, la vivencia de lo maravilloso,con ese sentimiento subyacente de angustia, de temor a lo siniestro y a la muerte. Y que, por ello mismo, sirve para recrear la vida
Ahora bien, desde un punto de vista psicológico debe destacarse que la vivencia de la muerte es lo fundamental en toda situación de creación. La diferencia, entonces, entre un objeto de industria y un objeto de arte suele estar ligada a las experiencias de los sujetos y a sus esquemas referenciales previos.
(...) Ese artista esquizofrénico es un
ser que se ha retirado del mundo. De ahí que sus obras me parezcan
un generoso esfuerzo para ingresar nuevamente en este mundo, por establecer
vínculos de afecto.
Así, el artista, a través de su medio de expresión,trata de
curarse a sí mismo, restablecer su equilibrio, sacarse ese profundo dolor, la
angustia que lo ha tomado. Será, además,
su obra, su intento de adecuarse a un mundo, y adecuarse a ese mundo que siente en profunda crisis, en total "despelote".
(me encanta cuando Pichón se manda una de esas expresiones: en el libro hay varias)
Como yapa, en la planta baja del Malba se exponen unos enormes y coloridos cuadros y se accede a una habitación íntegramente blanca, con una plancha de puntos autoadhesivos de colores (muy Kusama, diríamos, a esta altura): el visitante es invitado a "intervenir".
Los chicos, los que más disfrutan esta parte de la muestra. Aunque muchos adultos también.
Y me quedé pensando en una cuestión paradojal: la misma expresión artística que le permitió a Yayoi Kusama no perder del todo el contacto con la realidad, y -de alguna manera- no naufragar en las aguas de su locura...
...no nos aporta a los que nos decimos"normales", la cuota necesaria y saludable de locura que nos permite despegar -aunque sea por un rato- de la realidad cotidiana ?
Bonus track
Artículo sobre el recorrido de su producción artística
Nota sobre su visita a Bs As y reportaje
Link para descargar e imprimir una hoja de actividades del Malba para los chicos sobre la vida y obra de Kusama (bájenla tranquilos, afortunadamente omite los detalles más escabrosos)
Y si a alguno le interesa el libro de Zito Lema en versión digital, me lo pide (dejando su mail en los comentarios) y se lo mando.
Me interesaria conseguir ese libro. Gracias !
ResponderEliminarDejame tu mail y te lo mando.
EliminarSaludos!
Vale, ni hablar que los árboles alrededor del malba están también intervenidos con telas rojas con lunares blancos. No la conocía, escuche de ella en la radio, vi los arbolitos y tengo muchas ganas de pasar por el Malba. Por ahí lo llevo al piojo, que estuvo en el de bellas artes y me habla de las "espulpuras" que vimos.
ResponderEliminarMañana voy a ir con mi prima !!!!! Gracias por la recomendación !!!!!!
ResponderEliminarOlga
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminargracias, siempre proponiendo buena lectura y arte...abrazo
ResponderEliminarhermosa nota!!! esta semana voy al malba... por supuesto que me interesa el libro... te dejo mi mail... andrea.fliguer@gmail.com
ResponderEliminarme saco el sombrero como de una realidad tan cruda se puede revertir y transformar...groso...tanta oscuridad confrontada con colores tan vitales...
ResponderEliminarLu
Por favor necesito el libro de Zito Lema, ¡ Gracias ! mi mail es: patrigdell@yahoo.com.ar
ResponderEliminarME ENCANTó !!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! EN REALIDAD... ME ABRIÓ LA CABEZA!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! Olga
ResponderEliminarRealmente interesante. La locura y el arte, de por sí, con sus innumerables compromisos una para con la otra, son fascinantes.
ResponderEliminar¿Tienes el libro en formato digital? ¿Podrías enviármelo?