Trazos

Escribir una mirada, 

no para reducir, no para traducir,

sino para reiventar el mundo.

Hace un tiempo que vengo investigando y leyendo un poco sobre un tema que desde siempre me atrapa: los entrecruzamientos entre el psicoanálisis y el arte, dos cuestiones que -obviamente- me convocan todo el tiempo.
Hay muchísimo material sobre el tema, lecturas psicoanalíticas sobre obras de arte, sobre escritos, sobre piezas musicales. También innumerables textos sobre los difusos límites entre la  locura y la genialidad de pintores, escritores o músicos que hicieron marca en la época en la que les tocó vivir (esto también me interesa muchísimo, y prometo algunas entradas al respecto más adelante).

Pollock - Number 8 - 1949  (uno de los "locos lindos")

En estos días estoy leyendo un librito muy chiquito pero que no tiene desperdicio: se llama "El trazo incesante", de Claudio Mangifesta (la frase del inicio es de allí) , en el que abre espacios para pensar cuestiones muy diversas, desde  cuál es el objeto del arte, cuál es la posición del artista y cuál la del espectador, hasta la pregunta sobre qué es una mirada. .Hace un recorrido por la pintura, la escritura, el cine, el grafitti, los tatuajes y lo lúdico, articulándolos con conceptos provenientes del psicoanálisis.

Por este blog pasa bastante gente que no conozco, pero también sé que muchos que lo  leen -a quienes sí conozco- tienen inquietudes varias, desde la pintura, el diseño, la escritura, la música, la fotografía, o simplemente, eligen posicionarse en la vida desde una perspectiva creativa.  A propósito de eso, les dejo algunos fragmentos del texto   que me parecieron muy buenos y que quizás les interesen.
Después me cuentan.

"La creatividad como profunda fuerza transformadora, supone la transgresión de matrices culturales; cánones, valores y códigos establecidos y cristalizados, la valentía de superar viejos estereotipos. En su condición de posibilidad lúdica, se vincula con la capacidad de transformación de la realidad, introduciendo un espacio de cuestionamiento sobre lo ya dado como establecido, como conocido. Así, crear es para nosotros, dar luz a formas nuevas, la capacidad de ir de lo ambiguo, de lo informe, en tránsito hacia síntesis imprevisibles de formas nuevas.
No se trata de una mera combinatoria de elementos o formas ya existentes, que encuentran una nueva relación antes no evidenciada o formulada. La creación implica cierto pasaje de niveles: de aquello referido al orden del vacío y la falta, a la plasmación de alguna obra o producto que introduce lo inédito, presenta algún grado de novedad en un campo cultural determinado. Supone un doble movimiento de desestructuración y reestructuración posible de relaciones y objetos. Un universo que se mueve entre el espacio de lo deconstruido y los espacios de las nuevas formalizaciones."

"La imaginación, el pensamiento creador, parece operar activándose frente a la oposición y el juego de contrastes (...) Dice Rodari en su gramática de la fantasía: '...es necesario que haya cierta distancia entre las palabras u opuestos -generadores luego de un texto- que una sea lo suficientemente diferente a otra, y que su aproximación resulte insólita para que la imaginación se vea obligada a ponerse en marcha y establecer entre ambas un parentesco, un conjunto fantástico en el que puedan convivir los dos elementos extraños'.

Abro un paréntesis. ( "a fin de año te vamos a dar en una bolsita todos los paréntesis que abrís en la clase y después te olvidás de cerrar", me  dijo una vez un  alumno muerto de risa cuando yo no recordaba cómo fue que habíamos llegado al punto de la clase en el que estábamos.) .No importa, lo abro igual:  esto de aplicar en un mismo plano objetos opuestos y contradictorios fue ampliamente desarrollado por el Surrealismo.

Conocen la anécdota del huevo de Magritte? Resulta que el tipo se despierta en una habitación donde había una jaula con un pajarito dormido dentro, y él por un "magnífico error" de percepción (así lo llamó) creyó ver, en lugar del pájaro, un huevo. Según dice, esto le provocó  una revelación: acababa de descubrir un nuevo secreto poético, ya que el shock había sido provocado por la proximidad de los objetos (la jaula y el huevo). En otras oportunidades, ya había provocado ese shock mediante el recurso de reunir dos objetos no relacionados entre sí. Entonces empezó a investigar " si otros objetos, además de la jaula, podrían evocar, de la misma manera la evidente poesía que provocara el hecho de que el huevo y la jaula aparecieran simultáneamente".
Magritte planteaba sus investigaciones pictóricas en términos de problemas a resolver, y la indagación sobre la jaula y el huevo (en el que tenía el objeto inicial:, la jaula , el objeto que guarda con él relaciones propias y que le es opuesto: pájaro/huevo, y el espacio que articula a ambos en el cuadro) dio como resultado  esta obra:

Magritte - Las afinidades electivas -  1933

Me parece válido como ejemplo de cuestionamiento sobre lo establecido, de este pasaje, de la producción de lo inédito y la activación de la imaginación por medio del juego de contrastes que antes leíamos.

CIERRO PARÉNTESIS.

Vuelvo al texto, ahora sobre el miedo a la creación:


"(...) hay que decirlo claramente: en tanto trabaja la pulsión, tenemos miedo de nuestra propia creatividad, de su poder desbordante, del vértigo que nos provoca su despliegue,  ya que muchas veces la vivimos como una irrupción incontrolable de energías y fuerzas que nos habitan, muchas de ellas por nosotros desconocidas. La creatividad suele aparecer como un elemento disruptivo, que acerca lo desconocido, lo imprevisto, y sabido es que lo nuevo suele ser vivido como algo que puede resultar peligroso."

"Pintar, esculpir, escribir , es acallar un goce interminable. Es transformar el vacío nocturno de la tela, la página, la piedra, y hacer de ella tenue veladura, sombra reveladora. 
No para iluminar la sustancia de la noche, y volverla diurna, transparente, sino que se tratará de anteponer allí un velo mínimo, niebla o bruma, para que su hueso de radical oscuridad sea revelado como tal en su pura opacidad."

En fin.
Pasar por el caos, lo deconstruído, lo desorganizado, la tela en blanco, la hoja en blanco, el vértigo de lo que  pugna por salir, lo que irrumpe -a veces muy a pesar nuestro- la imposibilidad de pintarlo todo, o escribirlo todo, el resto que se pierde, la trama que se arma alrededor del vacío. Uf!

 Digo, como para romper el mito de que los que somos -algo- creativos ( o "creadores de formas", como dice mi amado Juarroz)  vivimos felices y ocurrentes  en un mundo lleno de arcoiris de colores y pajaritos.

Y aún así - al menos para mí- vale absolutamente la pena.