Este no es un blog sobre maternidad, a pesar de que una de las cosas que cambiaron entre mi viejo espacio virtual y éste, es que –precisamente-
tuve un hijo.
A pesar de que mi profesión, en general, implica un gran desarrollo del ESCUCHAR, debo reconocer que soy bastante buena observadora. Miles de veces, en los "tiempos muertos" (viajes, salas de espera, cola del colectivo, etc) me descubro atrapada observando a alguien, algún pequeñísimo detalle o a alguna situación que capta mi atención.
Y a veces, encuentro cosas muy interesantes.
Ahora que resucité el blog, al menos tengo un lugar donde archivarlas.
Hace bastante tiempo atrás tuve un blog. Fueron tres años de mucha actividad: muchas entradas, comentaristas y visitantes frecuentes. Intercambios muy interesantes y enriquecedores. Después, paulatinamente, fui perdiendo el interés. O mejor dicho, mi interés me llevó por otros lados, lejos de la escritura en este formato.