Hoy sólo tienes
la fiel memoria y los desiertos días.
Nadie pierde (repites vanamente)
sino lo que no tiene y no ha tenido
nunca, pero no basta ser valiente
para aprender el arte del olvido.
J L Borges, 1964
*En los comentarios, la respuesta de M. Vitagliano ante la situación "hoja en blanco".
"Viendo su imagen reflejada en la pantalla de la computadora, cayó en la cuenta de que era la primera vez que se sentaba en esa silla, en la misma posición en la que Víctor había pasado tanto tiempo. No atinó a hablarle. Nada tenía para decirle que no fuera el recuerdo brutal de que había muerto.
Levantó un libro del piso para hojearlo y encontrar a Víctor en el gesto. Sostenía el volumen a su manera. Pasó las páginas deteniéndose en las frases subrayadas, subre todo en las anotaciones que Víctor escribía en los márgenes. Las leyó comparándolas con el texto impreso.
Sólo él era capaz de urdir esas maravillosas relaciones. Sí: Víctor leía siempre con un lápiz en la mano. ¿Qué libros habrá leído con el que ella apretaba en la boca?
Había más de ocho mil seiscientas posibilidades y estaba dispuesta a recorrerlas todas. Su interés no se centraba ya en el lápiz, leía con avidez lo que Víctor escribía en los márgenes. Arrancó una hoja de un bloc para copiar unas frases subrayadas junto a las anotaciones. De inmediato cambió de opinión: copiaría sólo las notas de Víctor.
Comentarios, opiniones, que a menudo se convertían en poemas luminosos. Buscó más. Diferentes entre sí aunque iguales de perfectos. De regreso al escritorio, encontró en una de las montañas los libros colectivos en los que Víctor había publicado sus artículos. Ocho volúmenes. Posó la vista en el dedicado a Pablo Rokha, en el que Víctor apenas si hablaba de su poesía, concentraba la admiración en las memorias de su hija Lukó; en otro tiempo ella podía repetir de un tirón ese artículo de tanto que había revisado el manuscrito. Intuyó, y no tardó en confirmarlo, que Víctor estaba menos allí que en las notas al margen de los libros ajenos. Ese era el libro de Víctor, el que había escrito durante toda su vida, casi sin advertirlo."
UPDATE: todo muy lindo hasta acá, pero -hablando de duelos- no sé como tramitar esta pérdida con la que me topé sin anestesia, enfrascada en la lectura, al dar vuelta la página del libro antes mencionado.
Sugerencias?
UPDATE II: Hoy me lo cambiaron en la librería sin problemas. Igual, me dio "cosa" dejar el ejemplar que había estado leyendo. Estaba marcado, un poco ajado de viajar en mi cartera, subrayado en algunas partes. Me dolió un poquito cuando le doblaron las hojas en blanco y literalmente lo REVOLEARON junto a otros, al grito risueño de "a la hoguera!"
En fin.
Soy una sentimental.
ehhh?????????????
ResponderEliminarlas dos hoja en blanco??? y sigue o se las saltearon??
llama a la imprenta NOW!
no era necesario el UPDATE 2!!!!!!!!! ahora me puse mal yo tambien. soy la de arriba
ResponderEliminardigo la del coment de arriba.
chau libro,
te dije q llames a la imprenta ja, pero no me imagine q lo iban a tirar asi como asi!
uff
Lisbeth
Valeria: Me alegra que te hayan dado otro ejemplar, porque puedo jurarte que escribí toda la novela. A falta de subrayados, puedo ofrecerte algunos de los míos mientras escribía la novela. Vos dirás. Cualquier cosa enviame un email a la editorial que me lo hacen llegar.
ResponderEliminarMuchas gracias.
Miguel Vitagliano