sábado, 11 de mayo de 2013

El enigma de Alicia


"La tarea permanente de la sociedad respecto a los jóvenes es sostenerlos, contenerlos, evitando a la vez las soluciones falsas (...) Insisto en señalar que respondamos al desafío en vez de dedicarnos a curar lo intrínsecamente saludable"
D. Winnicott


Sigo trabajando sobre los adolescentes, esta vez dando unas vueltas por  los cambios que genera el  "estallido puberal" en el cuerpo y sus consecuencias psíquicas.

Alicia me ayuda.


La "Alicia" de Tim Burton



"Esta vez encontró en la mesa una botellita («que desde luego no estaba aquí antes», dijo Alicia), y alrededor del cuello de la botella había una etiqueta de papel con la palabra «BEBEME» hermosamente impresa en grandes caracteres.(...) Alicia se atrevió a probar el contenido, y, encontrándolo muy agradable (tenía, de hecho, una mezcla de sabores a tarta de cerezas, almíbar, piña, pavo asado, caramelo y tostadas calientes con mantequilla), se lo acabó en un santiamén.

--¡Qué sensación más extraña! --dijo Alicia--. Me debo estar encogiendo como un telescopio.


Y así era, en efecto: ahora medía sólo veinticinco centímetros, y su cara se iluminó de alegría al pensar que tenía la talla adecuada para pasar por la puertecita y meterse en el maravilloso jardín. (...). Pero, ¡pobre Alicia!, cuando llegó a la puerta, se encontró con que había olvidado la llavecita de oro, y, cuando volvió a la mesa para recogerla, descubrió que no le era posible alcanzarla. (...) cuando se cansó de intentarlo, la pobre niña se sentó en el suelo y se echó a llorar.


«¡Vamos! ¡De nada sirve llorar de esta manera!», se dijo Alicia a sí misma, con bastante firmeza. (...) A esta curiosa criatura le gustaba mucho comportarse como si fuera dos personas a la vez. «¡Pero de nada me serviría ahora comportarme como si fuera dos personas!», pensó la pobre Alicia. «¡Cuando ya se me hace bastante difícil ser una sola persona como Dios manda!»

Poco después, su mirada se posó en una cajita de cristal que había debajo de la mesa. La abrió y encontró dentro un diminuto pastelillo, en que se leía la palabra «COMEME», deliciosamente escrita con grosella. «Bueno, me lo comeré», se dijo Alicia (...)
"¡Curioso y más que curioso! —gritó Alicia—. ¡Ahora me estoy estirando como el más grande de los telescopios que ha existido!... ¡Adiós piececitos míos!(...)

En ese preciso momento, su cabeza chocó contra el techo de la sala, la que, por lo demás, tendría unos tres metros de alto más o menos. Inmediatamente cogió la llave de oro y corrió hacia la puertecita del jardín.
¡Pobre Alicia! Lo más que pudo hacer fue tenderse de lado para mirar con un solo ojo a través de la cerradura; pero cruzar la puerta era más imposible que nunca. Se sentó y empezó a llorar de nuevo.
(...)

"¡Cielos, qué cosas tan extrañas suceden hoy día! Sin embargo, ayer todo era igual que siempre. ¿Habré cambiado en la noche? Veamos: ¿era yo la misma cuando me desperté esta mañana? Casi creo recordar que me sentí un poco diferente. Pero, si no soy la misma, ¿quién soy entonces? Ah, este es el gran enigma."



Lewis Carroll, "Alicia en el País de las Maravillas".

1 comentario:

  1. Los otros días, me dijeron (pregunta incluída) ..." para el día de la primavera queremos difrazarnos. Ud qué disfraz se pondría ?..... Hummmmmde Alicia en el País de las Maravillas- respondí.
    Bueno, me parece que podría..... estoy tan rodeada de adolescentes, no? (Olga)

    ResponderEliminar

Diga lo que se le ocurra.
Total, yo después modero los comentarios.







Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...