domingo, 15 de septiembre de 2013

En el país de los ciegos. Discapacidad, héroes y partenaires.

JáioooSilveeeerrrrr*

* Ahora somos todos cool y sabemos que se escribe Hi -Yo -Silver!.
 Sigo prefiriendo la versión fonética que guarda mi memoria, la  de los almuerzos antes del cole mirando al Llanero.

Lunes a la noche:

Todos duermen. Ya cerré el libro y lo dejé en la mesa de luz. Agarro el control remoto para un último zapping antes de desvanecerme del sueño. Ah, está por empezar Criminal Minds, será estreno? Igual no resisto despierta más de 5 minutos. Antes de que empiece, pasan un corto sobre el making of de la película "El llanero Solitario". Abro un poco más los ojos. No es que me interese demasiado.
La película me importa un comino, peroJOHNNY.


Soy muy fan de Johnny.
En todas sus camaleónicas versiones.
Afeado, maquillado, con sombrero loco, con ojos delineados, con la cara blanca, con dientes postizos, con o sin lentes. Con vincha de plumas.
El llanero en esta peli es un carilindo muñequito de torta.
Cuándo aparece Toro?
Ah, ahí está.
Lindo.
Como siempre.
Los 50 le sientan fantástico, hay que decirlo.
Aparece en escena y el carilindo queda relegado en un segundo plano total, aunque esté parado al lado.
En eso, leo los subtítulos.
Eh?
El muñeco de torta, se dirige a Johnny llamándolo "TONTO".
Estos pibes de los subtítulos son de terror.
Si mi memoria infantil no me falla, es "TORO", queridos.
El indio Toro.
Me lo acuerdo clarito, mientras almorzZZZZzzzzzzzzZZZzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzz.......

Click.

Martes a la mañana:

Miro los mails atrasados de un foro de psicoanálisis infantil. Alguien comparte un artículo: "La discapacidad del partener".
Lo leo.
Tengo que hacerles llegar mis disculpas a los chicos del subtitulado.
Se nota que tengo muy poco conocimiento del tema "Llanero".
Mala mía.




El "fiel compañero" : segundones, co-equipers o partenaires al servicio del héroe

El artículo en cuestión es en realidad un capítulo del libro "La discapacidad del héroe. Diferencia y discapacidad en los relatos destinados a la infancia" del psicomotricista y escritor Daniel Calmels.

Allí analiza los textos destinados a la infancia que introducen a través de sus personajes la temática de la diferencia y/o la discapacidad, procedimiento que va desde un tratamiento "naturalizado" a una inserción “moralizante”. Textos escolares, fábulas, cuentos infantiles, series de televisión, cuentan con la presencia de personas con diferencias y discapacidades diversas que acompañan al personaje central de la trama, o, contrariamente a lo esperado en la vida real, es la persona con discapacidad quien encarna el personaje principal.




Por sus páginas desfilan, por ejemplo Pulgarcito (niño prematuro y diminuto), El patito feo (a quien su misma madre llamó “monstruo”), Dopey (el “mudito” de los Siete Enanitos), el Niño Cojo del Flautista de Hamelin, el Soldadito de Plomo y Clara, la amiga inválida de Heidi. 
La propuesta es, básicamente poder pensar y analizar cuáles son las ideas dominantes respecto de la discapacidad y la diferencia, teniendo en cuenta que éstas están basadas en relaciones de poder, muy vinculadas a la violencia expresada en la marginación y la discriminación.



En el capítulo "La discapacidad del partenaire" el autor se dedica a los que él llama "segundones" o partenaires de los héroes infantiles, sosteniendo hipótesis de que casi todos presentan alguna discapacidad o diferencia notable, que no hace sino enaltecer -por oposición- las características del héroe. "Con un partener ciego, el tuerto es rey".

Leyendo esto es que me enteré que "Toro", el ayudante del Llanero Solitario, obtuvo ese nombre en una segunda instancia, que el primer nombre asignado fue "Tonto", queriendo significar con él que era el primer indio bueno. Más tarde se tuvo que cambiar su nombre para evitar críticas que perjudicaran la venta del producto.

Versión "farandulera" de la dupla


Otras duplas famosas son puestas bajo la lupa para ser analizadas,  por ejemplo Sherlock Holmes y el Doctor Watson. Parece que Borges dijo al respecto: «Conan Doyle imagina un personaje bastante tonto, con una inteligencia un poco inferior a la del lector, a quien llama el Dr. Watson.»
En el artículo se hace referencia, además a un texto de Ariel Dorfman "Patos, Elefantes y Héroes. La infancia como subdesarrollo", en el que se hace especial hincapié en esta cuestión política e ideológica que sostiene las concepciones sobre lo diferente.






Dice Dorfman:  «El llanero tiene un indio; Batman, como Green Arrow, dispone de un adolescente; el Zorro, un mudo; Mandrake, un negro; Buck Rogers y Flash Gordon, una mujer cada uno. Todos los mutilados, vejados, todos los marginales del poder, demasiado jóvenes, demasiado viejos, todos los que están en los rincones, todos los resentidos y sentidos, todos los explotados...»


Y sobre el indio Toro/Tonto: « (se le pide al indio) Hablar poco, contribuir mucho. El inventor del Llanero Solitario estaba exponiendo, sucintamente, la esencia de la teoría de la dominación, sea de países, sea de capas sociales, sea de individuos. A los subyugados se le quita el Verbo y se les exige trabajar»






Lo que escapa de la norma y del lenguaje.

Me pareció una vuelta interesante para pensar un tema que ya de por sí tiene innumerables vericuetos.
En una entrevista le preguntan a Calmels si no habría un exceso de palabras para nombrar lo diferente frente al término normal, y él responde:

"Creo que esta abundancia de palabras nos advierte la complejidad del tema: discapacidad, anomalía, anormalidad, fenómeno, incapacidad, rareza, deformidad, invalidez, debilidad, inhabilidad, perturbación, torpeza, impericia, ineptitud, minusvalía, insuficiencia, trastorno, subnormalidad, desmesura, atipicidad, deficiencia, desarmonía, alteración, defecto.. Lo que escapa de la norma no solo queda fuera del canon y de la medida, sino que al mismo tiempo queda fuera del lenguaje."

También sostiene que la sociedad no debería tener como tarea integrar a quien tiene una discapacidad, sino dejar de marginarlo, de desintegrarlo; dejar de expropiarle los derechos que su condición humana asigna, como el de trabajar. La tarea de integración en gran parte le corresponde a la persona discapacitada que en muchos casos está en condiciones de llevarla adelante en un hacer diferente, con la ayuda indispensable que requiere cada persona en particular.  

Y realiza una advertencia que comparto ampliamente: el reparo frente a posiciones que, pretendiendo no discriminar, intentan forzadamente igualar, homogeneizar  lo que es absolutamente diferente y singular, evidenciando que la diferencia, si no asusta, por lo menos incomoda bastante.
"El peor de los castigos es el retiro de la mirada, o mejor dicho ver y hacer que no se mira."

Expresiones del tipo "todos somos discapacitados" o "todos tenemos algún tipo de discapacidad" son frases que "más que defender el lugar de lo diferente ponen a todos en una misma posición y, por lo tanto, les quita derechos a quienes tienen una marca orgánica, psíquica o corporal que altera las posibilidades de desarrollar praxias, pensamientos o conciencias."


Waka Waka

Tenía este post casi listo hace varias semanas, me faltaba encontrar un ratito para redondearlo y subirlo. Y por esas contingencias que suceden, la semana pasada, al salir del consultorio, me crucé en la sala de espera con la mamá de -llamémosla- Julieta.

Julieta fue una alumna del jardín hace unos años. Tiene una discapacidad motriz  que le afecta todo el lado derecho -si mal no recuerdo- de su cuerpo. Entre otras cuestiones, tenía que utilizar una prótesis en una de sus piernas. Si bien, por supuesto, eran necesarios algunos recaudos  y acompañamientos especiales (la mamá me enseñó, por ejemplo a poner y sacar la prótesis, a ajustarla, etc), Juli se manejaba en el jardín con una gran autonomía. Divertida, a veces chinchuda, traviesa como cualquier nena de su edad. Sólo algunas veces se la veía cansada: los días en los que tenía estimulación, o natación, o kinesiología, se le hacían medio largos.
En innumerables oportunidades, hablando de ella, del acompañamiento de su familia, de su intento constante de superación, fue pronunciada la remanida frase: "esta nena es un canto a la vida".

Nunca mejor dicho.

En épocas del mundial 2010, Juli solía pedirle a la señorita permiso para ir al baño, y disimuladamente se escabullía hasta la dirección, donde yo estaba.
Teníamos un pequeño ritual: yo dejaba lo que estaba haciendo, cerrábamos la puerta, y nos dedicábamos por un ratito a cantar y bailar este tema.
 Se esmeró especialmente  en  enseñarme la parte del "samina mina Zangaléwa", y no paró de hacérmelo practicar  hasta que consideró que "ya por fin te sale BASTANTE  bien, Vale".

 Super Heroína total.



Artículo "La discapacidad del partenaire"

Entrevista a Daniel Calmels








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